16 noviembre 2010

suuuuperclásico

A veces siento que estoy rodeada de bosteros (familia, amigos, conocidos).
Y eso no está nada bueno, sobre todo cuando me agarran terribles ganas de festejar.


Hoy fue un día en el que extrañé gritarle el gol millonario en la cara mi viejo...




Debe ser porque, indudablemente, por su condición de 'padre' es el único bostero en mi vida capaz de bancárselo.

No hay comentarios: