14 junio 2011

Jorge Luis Borges.

(Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, 14 de junio de 1986)

Homenaje a los 25 años de su muerte.

“¿Quién serás esta noche en el oscuro sueño?”
(inspirado en fragmentos de poemas, entrevistas, cuentos y vida de Jorge Luis Borges)

El 14 de junio de 1986 había sido un duro día de trabajo, cosa irregular en realidad, porque a pesar de lo tediosas que pueden volverse las horas cuando uno está sentado durante tanto tiempo en una biblioteca atendiendo a la gente y contestando a sus preguntas, resulta verdaderamente imposible dejar de maravillarse con ese mundo fantástico de palabras y lectura. El solo hecho de estar inmerso en un ambiente literario, tal como lo es la Biblioteca Nacional, nos lleva a aquel estado de quietud y serenidad que hoy en día parece cada vez más difícil de alcanzar: la paz. Sí, ciertamente, al verme rodeado de todas aquellas obras y de aquel silencio tan particular (roto tal vez por el sonido de las frágiles páginas que delicados dedos pasan, o por el suave golpe de los libros saliendo de o volviendo a sus respectivos estantes), logro sentir paz.
Pero no el 14 de junio de 1986. Nunca olvidaré ese día.
Aquella mañana, extrañamente, algo comenzó a perturbarme; en ese entonces aún no sabía qué. Se trataba de una clase de presentimiento: no sabía cómo, no sabía por qué, pero sí sabía que algo había sucedido, pues la calma que sentía en mi lugar de trabajo jamás se había visto afectada.
En lo que restó del día, estuve distraído, cosa curiosa en mí, pues soy capaz de abstraerme de los lugares y de las situaciones con una facilidad que muchas veces resulta alarmante. “Estás como ido, Jorge”, solía decir mi abuela cuando me encontraba en ese estado de peculiar ausencia. Pero, si ella se hubiera hallado el 14 de junio de 1986 junto a mí, seguramente no habría hecho ese comentario; nunca me había sentido más atado a la realidad.
Cuando finalizó mi horario de trabajo, tomé el sombrero y la capa, y me dirigí al mundo gris de gente y ruidos que constituye la ciudad de Buenos Aires, donde la lluvia caía estrepitosamente y la calle Agüero comenzaba a inundarse. Intranquilo, tomé un taxi para llegar lo más rápido posible a mi pequeña residencia en Balvanera. Sin embargo, la congestión del tráfico retrasó el recorrido de treinta cuadras, y los que podrían haber sido cinco minutos de viaje se transformaron en veinte.
Mi intranquilidad iba en aumento. Por lo tanto, cuando el coche se detuvo frente a la entrada del sobrio pero elegante edificio, prácticamente corrí hacia la puerta, y luego no pude evitar impacientarme mientras esperaba el ascensor.
¿Qué ocurría?
La respuesta me esperaba en el fondo del zaguán de mi departamento. El sobre blanco, pequeño, que quizás en otro momento hubiera sido insignificante, resultaba aterrador a mi vista, porque por alguna extraña razón sabía que abrirlo marcaría en mi vida un punto de inflexión, un antes y un después.
En verdad digo que nunca me he caracterizado por ser un hombre cobarde, pero en aquel momento sentí un miedo terrible. Pensándolo ahora, cuando el tiempo ya me ha permitido una vez más abstraerme del mundo, puedo decir que posiblemente mi parálisis de aquel momento haya durado solamente treinta segundos; pero en ese entonces pareció una eternidad, y el debate que tenía lugar en mi acelerada mente no lograba llegar a ninguna decisión.
Finalmente, me quité con cuidado la capa, la dejé sobre la mesita caoba de la entrada, y coloqué el mojado sombrero encima. Ya sin vacilación, caminé los cinco pasos que me separaban de la carta, y me agaché para recogerla. La abrí con dedos firmes (temblorosos en mi imaginación), y sin prestar atención al remitente saqué el trozo de papel blanco que se resguardaba en su interior. Enseguida reconocí los trazos de mi querido amigo Julio Viterbo, quien hacía ya treinta años que residía en la bella capital de Escocia. Detenidamente, leí su contenido.
Cuando terminé, una infinita tristeza se apoderó de mí. La sensación de vacío me golpeó con fuerza, la carta se resbaló de mis manos, y mis ojos ardieron y se nublaron, pero ninguna lágrima cayó.
Beatriz había muerto.
Sin siquiera ser muy conciente de ello, me dirigí como un autómata hacia mi habitación y me recosté sobre la sencilla cama. A pesar de que tan solo debían ser las seis de la tarde, la lluvia parecía haber llevado la noche a la ciudad aún más temprano de lo que ya acostumbraba hacerlo el invierno por sí mismo; pero no encendí ninguna luz.
Cerré los ojos y automáticamente comencé a ver la seguidilla de imágenes que cruelmente pasaba delante de mí sin pausa, sin permitirme un respiro, sin dejarme asimilar el trágico hecho. Beatriz, Beatriz, Beatriz. Siempre era ella, siempre había sido ella. Beatriz era la razón por la que jamás me había casado, Beatriz era el porqué de mi negación a amar una nueva mujer. Beatriz era la razón de mi vida, la razón de mi existencia. Y ahora estaba muerta, sí, muerta. ¿Por qué? ¿Por qué no podía ser inmortal, como lo era y lo sería eternamente mi amor por ella? ¿Por qué, si la inmortalidad no es más extraña ni increíble que la muerte?
Con lentitud, en medio de aquel torbellino de inmensa nostalgia, fui adentrándome al mundo de la vigilia y, luego (aunque no sabría precisar bien en qué momento), al mundo de los sueños. Allí me perdí instantáneamente en un conjunto de calles entrecruzadas que se hicieron presentes en mi mente: un laberinto. En el fondo de mi conciencia, todo aquello me pareció increíble, pues de por sí la idea de perderse no es rara, pero sí lo es la de crear un lugar para que la gente se pierda. Sin embargo, no fue sólo eso lo que me maravilló; lo verdaderamente extraño fue tener la certeza de que ese laberinto estaba perdido, cosa curiosa, porque un laberinto es un lugar donde la gente se pierde y no un lugar que se pierde. Esa idea doblemente mágica me abatió, pues era a su vez doblemente terrible. Estar perdido en un lugar perdido. ¿Cómo sería posible salir de allí? La muerte de Beatriz me había desorientado. Ella era la mujer de mi vida, la persona a quien soñaba todas las noches con ilusión. Pero esta vez el sueño era un abismo negro, y a pesar de que la veía, mi inconciente ya no podía imaginarla como antes. “¿Quién serás esta noche en el oscuro sueño?”, pregunté desgarrado.
De repente, el laberinto auto-escrutador de mi mente se abrió. Y vi infinitamente en sueños la fusión de lo que había sido y aún era mi vida. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una gran pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie.
Había abierto los ojos, y mi mirada yacía en el lugar vacío a mi lado, donde solamente una vez había reposado la dueña de mi desesperado amor.
Ahora, ella reposaría en otro lugar por siempre. Algunos se preguntarán, quizás, dónde estará la diferencia cuando en verdad ella no estuvo nunca realmente conmigo. Pero la hay, sí que la hay, pues Beatriz ya no camina por este mundo; ahora no compartimos siquiera eso. Durante aquel rápido sueño había estado perdido porque antes me había decidido a buscar algo: la forma de seguir con ella. Y despertándome había hallado la respuesta.
Nuevamente cerré los ojos, intentando hundirme una vez más en el mundo de los sueños, pues despertar es como soñar con la vida de la misma manera que dormir es como soñar con la muerte.
Y yo había optado por la segunda.

María Teresita Arrouzet.
Homenaje.


"Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real."
J.L. Borges.

18 mayo 2011

Cine y Libros.

"La emoción dramática sirve de escape para sus propias emociones, tensamente controladas."

Ella/Yo.

30 abril 2011

La literatura de luto.

“Es curioso, pero vivir consiste en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estoy preparando recuerdos minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza.” El Túnel.

Ernesto Sábato (1911 - 2011)

29 abril 2011

Dancing the dream.


“La conciencia se expresa a sí misma a través de la creación. Este mundo en el que vivimos es el baile del creador. En un abrir y cerrar de ojos los bailarines vienen y van pero el baile sigue vivo. A menudo cuando bailo, me siento tocado por algo sagrado. En esos momentos, siento elevarse mi espíritu y hacerse uno con todo lo que exsiste. Me convierto en las estrellas y la luna. Me convierto en el amante y el amado. Me convierto en el vencedor y el vencido. Me convierto en el amo y el esclavo. Me convierto en el cantante y la canción. Me convierto en el conocedor y lo conocido. Sigo bailando y entonces, es el eterno baile de la creación. El creador y lo creado se funden en una alegría absoluta.
Sigo bailando y bailando... y bailando, hasta que sólo queda... el baile.”

Michael Jackson.

29/04
Día Internacional de la Danza.

23 abril 2011

Ella/Yo

Tiene un corazón más cálido de lo que se imagina la gente, y sus emociones pueden volverse tormentosas, aunque no se tome el trabajo de anunciarlo en la cartelera. La naturaleza emocional es contenida, pero no inexistente.

Como no tiene ilusiones, no intentes venderle espejismos. Para ella, la verdad es belleza, y la belleza es verdad.

16 abril 2011

Charlie Chaplin

¡¡Vive!!
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...
Tuve miedo de perder a alguien especial
y terminé perdiéndolo
¡¡pero sobreviví!!
¡¡Y todavía vivo!!
No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
¡¡¡VIVE!!!
Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante."

Charlie Chaplin (16 de abril de 1889 - 25 de diciembre de 1977)

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Crecí en un cuarto repleto de imágenes de cine, donde el cuadro más grande que colgaba de la pared era el que mostraba una foto de Chaplin en "El Pibe". A los seis años de edad, ya disfrutaba de sus películas junto con mis viejos, amantes del cine, y a medida que crecía el cariño que me inspiraban sus actuaciones se iba asentando cada vez con más fuerza en mi corazón; Chaplin era simplemente MARAVILLOSO.

Es el día de hoy que sigo pensando lo mismo. Sus interpretaciones, sus películas, su aporte al cine, TODO, lo convierten en uno de los emblemas más importantes de la historia del Séptimo Arte. Ciertamente, el cine muestra actores fascinantes, pero creo que Chaplin aún se mantiene en la cima del todo; ser capaz de traspasar la pantalla con una mirada, de sacar una sonrisa al público sin decir una palabra, de provocar una lágrima tan sólo con una expresión de ternura en el rostro, cargado de un amor lo suficientemente real como para sentirlo con sólo observarlo, mantendrá a Charlie Chaplin en ese lugar por mucho, mucho tiempo más.


08 abril 2011

Yompe!

"Antes de ayer fui a ver "caceria de brujas" y esta bastante buena aunque no habia recibido buenos comentarios de esa pelicula (perdon, digo esto porque es inevitable ver una pelicula y pensar en vos jaja) saludos Yompe. " jajajajaj Qué genio, ¡gracias! Te agradezco por acá porque últimamente no dejás que comenten tus entradas. Para mí siempre es un halago que me relacionen con el Cine. ¡Saludos para vos también!

25 marzo 2011

Me gusta.

"Me gusta ver cómo bajas los ojos cuando sonríes con timidez.
Me gusta ver cómo llevas tu mano hacia el cuello para hacerte un pequeño masaje cuando intentas deshacerte de la inseguridad que te provoca quedarte quieta.
Me gusta ver cómo miras la hora y acomodas una y otra vez el reloj de tu muñeca izquierda sólo por hacer algo, y evitar así demostrar que estás nerviosa.
Me gusta ver cómo te mueves con cuidado, haciendo gala de la suavidad y la gracia adquirida quizás por la danza, para disimular tal vez aquellos pequeños indicios de torpeza innata que sabes que tienes y buscas esconder.
Me gusta ver cómo mueves una y otra vez tu pelo, largo hasta la cintura, intentando controlarlo y disminuir la incomodidad que te provoca.
Me gusta ver cómo me miras cuando fijas los ojos en los míos, atenta, como si pudieras rescatar en ellos algún significado oculto que mis palabras no logran exponer.
Me gusta ver el movimiento de tus largas pestañas cuando levantas con parsimonia los párpados, un sutil efecto que sólo yo, que aprecio cada uno de tus movimientos, alcanzo a ver."

24 marzo 2011

Honestidad.

Hoy, durante una hora, sentí cómo la honestidad de mi interior flaqueaba...

Mi conciencia no estaba nada tranquila. Intenté ver hacia el costado, convencerme que no era tan grave aquella acción que estaba llevando a cabo, que hay personas que hacen cosas MUCHO MÁS DESHONESTAS... Y aún así, no lograba persuadirme.

Y de repente recordé aquellas clases de Derecho donde veíamos que la única sanción que tenían las normas morales cuando se quebrantaban, era la conciencia de la propia persona.

Puedo decir que esa teoría se convirtió en una insoportable vivencia: no sólo el hecho de estar siendo deshonesta, sino también el hecho de pensar y tener la certeza de que estaba siéndolo.

Finalmente, sonreí, y recordando a Harry en "La Orden del Fénix" cuando, luego de haber estado teniendo pensamientos que no eran propios de él, se dijo que sentía asco de sí mismo, me dije: "Yo no soy así."

Y la honestidad instantáneamente absorbió aquel inicio de corrupción...
Porque por más pequeña que resultase, no dejaba de ser eso: corrupción.


¡Ay señor! Ser honesto, tal como
va el mundo es ser un hombre
escogido entre diez mil.

William Shakespeare


No entiendo a los hombres, por Josué Barrera.

¿Por qué los hombres son tan estúpidos? Si ellos dicen que no entienden a las mujeres, yo puedo decir lo mismo. Son tan contradictorios, realistas, fríos, que me cuesta trabajo creer cuando dicen que sienten algo por mí. ¿Por qué me dices tal cosa?, termino preguntándoles a cada uno para luego mirar la manera en que no responden.

Ahora, por ejemplo, no llevo más de diez minutos sentada en esta mesa del Samborns, y ya he sentido la mirada insistente de tres hombres. Los tres me vieron antes de que eligiera la mesa. Estoy segura que sólo bastaría mirarlos de vuelta para que después me sigan cuando me levante de la mesa y me dirija al baño y se interpongan en la puerta para preguntarme mi nombre. Lo digo porque ya me ha pasado. Los hombres no son ninguna caja de sorpresas. Puedo predecir cada uno de sus movimientos. Sus pensamientos no, porque como dije, suelen se contradictorios. Dicen algo y hacen lo otro; en eso se parecen a nosotras las mujeres.

Cada tarde es igual, sin excepción. Después del trabajo entro a Samborns, me siento en cualquier mesa disponible y eso basta para ser asediada por varios hombres. Son muy evidentes. Los odio. Sin embargo, no me molesta ser el centro de atención de vez en cuando. En ocasiones compro una revista antes de llegar, llevo algún libro que tenga pendiente o traigo este cuaderno donde escribo y que me hace ver, en eso no tengo duda, interesante. Todos han de creer que soy escritora porque cuando escribo lo hago sin descanso, se me sueltan las palabras (quizá sea por el café o el azúcar), se liberan las ideas y escribo hasta sentir que alguien me mira, entonces lo ubico y empiezo a mirarlo y a imaginar todo lo que haría y dejaría por estar conmigo.

En mi cuaderno suelo escribir las historias que los demás imaginan de mí, o las que me gustaría que imaginaran o que sucedieran en realidad. Como estoy segura que todos creen que soy una prostituta (aunque lea o escriba soy una mujer sola que va cada tarde y que mira con atención a los demás), escribo historias de prostitutas. Siempre soy la protagonista, siempre acepto la invitación de subirme al auto de quien me invite a pasear y siempre termino en un motel con un desconocido.

Mi cuaderno lo escondo bien, no vaya ser que mi madre o mi hijo lo descubran y vayan a pensar algo que no es. Aclaro: nunca he sido como la protagonista de mis historias, nunca me he subido a ningún auto y mucho menos he terminado en la cama acompañado de un desconocido. Si lo he escrito es porque puede ocurrir en cuanto lo permita, y eso puede ser en cualquier momento porque en cualquier momento hay hombres dispuestos, como el de ayer que me siguió hasta la salida de la tienda para decirme si quería ir a pasear. Por supuesto le dije que no, gracias, en medio de una sonrisa. Insistió diciéndome otras cosas, pero yo me quedé con la misma respuesta. Me dirigí al auto y subí de prisa. Antes de encenderlo miré que el hombre aún seguía en el mismo lugar. Me dio lástima, mucha lástima. Imaginé su vida, sus carencias, lo que lo había llevado a realizar ese tipo de petición. Me dio lástima pero a la vez disfruté mirarlo de ese modo. Me sentí deseada, atractiva, capaz de despertar ese tipo de emociones.

Cuando llegué a casa, abrí con apuro mi cuaderno y escribí que aceptaba su invitación y que me llevaba a un motel donde teníamos relaciones de una manera atroz, violenta, sin pudores. Al terminar la historia me sentí agotada y me di un baño con agua caliente. Dentro de la tina imaginé que aquel hombre me acariciaba.

Ahora he venido al café con un mínimo de esperanza de verlo, aunque sé que ese tipo de hombres no vuelven, desaparecen en seguida; lo sabré yo. Confieso que me gustaría verlo para que me hiciera de nuevo la invitación y disfrutar gozosamente su mirada. Le diría que claro que no, que cómo se atreve, que qué estúpido, pero lo vería y lo escucharía con atención para así alimentar mis historias que me hacen sentir, de una u otra manera, más viva, más deseable, más mujer.




¡Muy bueno!

15 marzo 2011

Vesna, un fragmento de mi futura respuesta.

"[...] alguna vez espero hacerlo [...] Escribir algún cuento, algún texto y mandar(te)lo. Por compartirlo, por creer que puede compartirse. No sé... quizás seamos las Tolkien-Lewis del futuro."

Vesna Alic.

Quizás lo seamos, ¿no? Una versión femenina, un poco más moderna, indudablemente sin la capacidad de Tolkien (en mi caso) para poner tantos nombres a cada uno de sus gloriosos (y centenares de) personajes (desgraciadamente, aunque disfrute mucho escribir, ya me di cuenta que soy MALA para elegir nombres y poner títulos), ni con su capacidad creadora o la genialidad fantástica de Lewis, pero sí con el mismo fervor hacia las letras y, principalmente, la amistad.

¡Gracias por esa analogía tan maravillosa, amiga!

Un halago increíble, o mejor dicho una aspiración: Tolkien y Lewis.

12 marzo 2011

Realidad.

"Nobles ideales se vuelven toscas realidades"

Norberto Bobbio.

07 marzo 2011

¡Hombres!

Tere: ¿Se te cayó algo?

Flaco sorprendido: ¿Qué?

Tere: Que si se te cayó algo.

Flaco: No no, ¿por?

Tere: Ah, no sé, me pareció.



"Las mujeres siempre saben cuando les estamos mirando el culo.
Una cosa más para la que nacimos torpes y obvios."

02 marzo 2011

It's the final countdown.


Este indefinido rejunte de emociones me está matando.

¿Hasta cuándo me va a seguir pasando esto?
¿Hasta cuando voy a pretender ser más fuerte de lo que soy?

Mi cara se asemeja a una piedra, mi postura es imperturbable,
pero por dentro...

Repito:
este indefinido rejunte de emociones me está matando.

"¿Tenés ganas de volver a Buenos Aires?", me preguntan.
Y yo no sé qué responder. Por supuesto, tengo ganas, me fascina, extraño mis días allá, me gusta lo que hago y, por sobre todas las cosas, me gusta lo que estoy viviendo. Pero, no, porque allá extraño mi familia, extraño mi casa, mi cuarto, mis días acá. Estoy tan arraigada a ambos lugares que cuando llega el momento de irme, ya sea de Buenos Aires como de San Martín, la situación se asemeja a la de despedirse de un amigo muy querido, a quien sabes que volverás a ver, pero luego de cierto tiempo, y con toda seguridad, extrañándolo demasiado durante ese lapso en el que estarán distanciados...

Respuesta: "Sí y no". No puedo andarme con tantas vueltas.

Gracias a todo un trabajo mental de abstracción, aprendí a sentirme BIEN en cada lugar. ¿El método? Establecer un muro. Estoy allá, y ESTOY ALLÁ. Estoy acá, y ESTOY ACÁ. Trato de evitar, y me enorgullece comprobar que suelo lograrlo, pensar en "el otro lugar", en el que no estoy y desearía estar.

Aún así, me encantaría chasquear los dedos y aparecer en Buenos Aires, chasquear los dedos y aparecer en San Martín.

Me encantaría evitar la previa de la partida que se hace eterna, pero al mismo tiempo pasa a una velocidad indescriptible.

Me encantaría evitar la despedida, la imagen de tus viejos impasibles, felices de que estés en pleno camino del progreso, pero destrozados por dentro. Me encantaría dejar de pensar aquello que me dijo una de mis mejores amigas: "Ellos siguen con su misma vida, pero con una persona menos en ella".

Me encantaría no sentirme tan dividida.


Y sí... son los "últimos días" otra vez.

28 febrero 2011

Increíble.

¿Dije que "evité que el momento fuera tan límite"?

Mierda, empecé la semana tragándome esas palabras.

Bueno, yo lo evité... Pero el destino me ganó. No quería enfrentarme del todo a la situación, y terminé pagando mi cobardía: la situación se presentó, y no me permitió esquivarla.

Pero acá estoy, entera, tratando nuevamente de colocar en la cima aquellas dos cartas malditas que últimamente no dejan de caerse. Pero no todo el castillo, repito, sino sólo aquellas dos últimas... O de eso intento convencerme yo.

27 febrero 2011

Siento.

"Típico momento límite, decisivo, que suele embriagarse de incontables sentimientos, los cuales tienden a derribarnos el castillo de cartas que armamos. Ahora, si éste sigue intacto al momento del golpe, la sensación de grandeza en el alma y de haber dado un paso más, es uno de los mejores que podemos vivir."

Comentario de Agus D. a una de mis entradas.

Podría decir que, aunque evité que el momento fuera tan límite, los incontables sentimientos me embriagaron, sí... Pero su soplo apenas tiró las dos cartas de arriba del castillo armado.

Siento que podré volver a colocarlas con cuidado, sin derribar a todas las otras... O eso espero.

24 febrero 2011

¿Cuál soy?

A veces pienso que soy buenísima... y otras que soy una terrible hija de puta jajajaja

¡Tenía que ser mina!

22 febrero 2011

Escenas.

Escenas. Escenas. Escenas y más escenas.

Es lo único que puedo escribir.

¡Mierda! ¿Cuándo llegara el momento en que el golpe de inspiración sea mayor y me permita crear un hilo conductor de las mismas?

Basta de fragmentos. Quiero una historia.


Trofeo.

Es como si se tratara de un trofeo que debes conseguir. Peleas, luchas, haces y dices cosas que te ayuden en el momento pero que en realidad no son ni serán ciertas, y cuando lo tienes, cuando el premio finalmente se encuentra entre tus manos... Nada. La satisfacción es demasiado corta comparada a la adrenalina que implicaba el juego.

Quizás consideras que es mejor seguir con otra cosa, algo nuevo, algo que implique otras emociones...
Según tú, un nuevo desafío.

Porque claro, aún así tu arrogancia te hace creer que venciste...

Cuando en realidad, y lamento desilusionarte, te diste por vencido.



¿Quién empieza a jugar ahora?

20 febrero 2011

Tiempo.

¡¡20 de febrero!!

POR DIOS, ¿adónde se fue el tiempo??

15 febrero 2011

Cualquiera.

"Estoy, pero no estoy."

No, no, no, conmigo las cosas claras.

¿ESTÁS o NO ESTÁS?




Estados.

Miedo.
Ansiedad.
Angustia.
Reflexión.
De vuelta a la madurez.
Bronca.
Malhumor.
Más bronca.
Mayor madurez.
Risa.
Risa.
Risa.
Risa.


Volví a ser yo :)

13 febrero 2011

You Haven’T Seen The Last Of Me

I’ve been brought down to my knees
And I’ve been pushed way past the point of breaking
But I can take it
I’ll be back
Back on my feet
This is far from over
You haven’t seen the last of me
You haven’t seen the last of me

They can say that
I won’t stay around
But I’m gonna stand my ground
You’re not gonna stop me
You don’t know me
You don’t know who I am
Don’t count me out so fast

12 febrero 2011

Como notas discordantes en una canción conocida.

In the music.

You better lose yourself in the music, the moment
You own it, you better never let it go go
You only get one shot, do not miss your chance to blow
This opportunity comes once in a lifetime yo

LOSE YOURSELF

09 febrero 2011

THE BEST.



50 años.

Al parecer.




La obsesión se desinteresó.

Ahh, no, al parecer no.

07 febrero 2011

Sirius Black.

"Por lo que a mí respecta, ya no son familia mía. Ella, desde luego, no lo es. No la veo desde que tenía tu edad, exceptuando el día de su llegada a Azkaban. ¿Crees que estoy orgulloso de tener un pariente como ella?"

Cómo tira la posta.

Pensadero.

Estoy con una ENORME cantidad de pensamientos, producto de los más diversos temas, yendo y viniendo por mi cabeza sin parar. No me dan descanso. Se trata de miles de cosas que intento entrelazar para lograr aunque sea aliviar el constante trabajo de la mente, pero no tienen nada que ver entre sí y por eso se complica.

"A veces me parece, y estoy seguro de que tu también conoces esa sensación, que tengo demasiados pensamientos y recuerdos metidos en el cerebro [...] En esas ocasiones [...] uso el pensadero: no hay más que abrir el grifo de los pensamientos que sobran, verterlos en la vasija y observarlos con detenimiento. Es más fácil descubrir las pautas y las conexiones cuando están así [...]"

Dumbledore, "Harry Potter y el cáliz de fuego"

06 febrero 2011

Ellas otra vez.



¡Cómo extrañaba esto!
No hay nada más gratificante que ver que no hay paso del tiempo ni cambio de espacio que pueda con nosotras.
Saber que aún luego de estar mucho tiempo sin vernos todo sigue igual supera cualquier otra alegría.

30 enero 2011

Protagonista.

"En las películas tenemos a la protagonista y a la mejor amiga. Tú eres la protagonista, pero te estás comportando como la mejor amiga."

El Descanso.

23 enero 2011

Intriga.

Me intriga, me intriga. Aunque ya no me afectes de igual manera, aunque esté dejándote ir de una forma que jamás me hubiera creído capaz, la intriga sigue estando presente...

Como de alguna manera lo estás vos.

No como antes, eso seguro, pero aún así, ¡aún así! No deja de intrigarme.
¿Lo sabrás? Es cierto que he luchado la mayoría de las veces para no demostrarte nada, para no ser evidente. ¿Realmente habré tenido éxito? ¿De verdad no imaginaste ni imaginas nada?

No lo sé...
A veces, cuando repentinamente apareces en mis pensamientos (y digo "repentinamente" porque ya no te invoco como antes, lo que constituye uno de los avances más grandes que he logrado en lo que a tu persona respecta), ya sea porque te mencionen o te lea en alguna parte, inevitablemente comienzo a atar cabos... y siempre llego a la misma conclusión: que podrías, como también no, saber lo que me pasa, me pasaba, con vos.

Por cobarde, nunca lo pregunté.
Por valiente (sí, valiente, dado que es más difícil vivir con esta duda que tratar de encontrar una certeza), quizás nunca lo haga, ya sea para no desmoronar mi mundo, como para no sacudir el tuyo. Porque, creo, para vos no sería más que eso: una simple sacudida... O quizás no. Las ilusas e ingenuas como yo, en estos temas, no perdemos la esperanza. Pero no lo digo ni por ilusa, ni por ingenua, sino porque (creo) te conozco lo suficiente para saber que sos una persona increíble, una buena persona, una persona capaz de comprender y hasta apreciar cualquier tonta confesión de sentimientos proveniente de alguien como yo, que no suele hacer declaraciones de este tipo.

Es cierto, últimamente me has desilusionado un poco... casi no me diriges la palabra. Ya sé que no tengo que tomarlo como algo personal, porque aparentemente la relación es casi inexistente de tu parte... De hecho, yo tampoco te hablo si puedo evitarlo. Pero no termino de entender el porqué. Tu porqué.

El mío, está más que claro: cuanto menos atención te presto, menos me angustio, menos me acuerdo de todo lo que provocas en mí.

¿Pero el tuyo? ¿Cuál es tu razón? Si realmente no sabés nada, ¿qué necesidad hay de actuar conmigo de esa manera? Repito: sé que no tengo que tomarlo como algo personal. Dudo que vos lo veas así. Pero... me intriga. No es que actúes mal conmigo ni mucho menos, pero noto ciertas actitudes que me hacen sospechar que, ya sea por decisión propia o debido a influencias, de alguna manera, vos también me evitas.

La incertidumbre me mata. Quizás todas estas suposiciones estén completamente erradas, exageradas, y sólo sean el resultado de una cabeza que no hace otra cosa que darle vueltas y vueltas a lo mismo una y otra vez... Pero no lo sé.

No sé si lo sabré.

Y me intriga.

20 enero 2011

En algún momento.

No podés ser menos.
Nunca pudiste.
Nunca podrás.
Pero, indudablemente,
en algún momento,
bajo alguna circunstancia,
lo serás.

18 enero 2011

Ellas.



"Amistades que son ciertas, nadie las puede turbar."

Miguel de Cervantes Saavedra.

14 enero 2011

Dragonball INvolución

Hace un par de noches estaba haciendo zapping, y me encontré con que daban WOLVERINE en Cinecanal. Tal como me pasa con la trilogía X-MEN, no me canso de verla; Hugh Jackman interpreta a Logan de una manera espectacular.

Cuestión que la película termina, y anuncian: "A continuación, DRAGONBALL EVOLUTION".

A todo esto, era la una de la mañana, y la verdad es que estaba quedándome dormida, pero como hacía mucho que quería ver esta película, me dije: "Bueno, me siento y aguanto un poco más".

Todavía me acuerdo cuando me enteré que iban a hacer un filme basado en el manga... casi muero de la emoción. Igual que me pasaba con "Los caballeros del zodíaco", también "Dragon Ball" me ENCANTABA. Me gustaba tanto, que lo apuraba a mi viejo cuando me buscaba en el jardín de infantes al mediodía para llegar a casa enseguida y ver los capítulos del ANIME (Toei Animation).

En fin, el hecho es que la película se estrenó, llegó a los cines, y yo me colgué y no la vi. Cuando pretendía descargarla, un amigo me dijo que ni me molestara en hacerlo, porque la había visto y era una cagada en todos los sentidos. Así que, bastante desilusionada, tomé el consejo.

Pero cuando, unas noches atrás vi que la iban a dar, quise aprovechar y verla de todos modos...

¿PARA QUÉ?

Nunca en MI VIDA vi una película TAN MALA. ¡Qué hijos de puta! ¿¿¿Cómo pudieron hacer algo así con una historia que arrastra a miles y miles de fans??? La verdad, se arriesgaron al estrenar semejante CAGADA.

Cuando empezó, no se notaba taaaaanto... aunque ya tenía ese "colorcito" medio claro característico de las películas de baja calidad. Quizás la trama se veía venir medio pelotuda, pero aún así apostaba a que en algún momento la película tomara un giro un poco más interesante.

Desde ya comento que eso NO SUCEDIÓ. Creo que a la media hora, estaba a las puteadas, deseando que terminara rápido para dormirme (no podía evitar terminar de verla, aunque tres veces estuve a punto de apagar la tele a la mierda). QUÉ GARCHA, todavía no lo puedo creer. Onda, la película me hizo acordar a las de los "Power Rangers"... ¿la diferencia? Que esas películas son de los años NOVENTA, por lo que cualquier tipo de efecto medio trucho está perdonado (además, de hecho, aunque medio pedorras, las películas me gustaban igual). Pero, VAMOS, año 2009, ¡NO PUEDEN HACER UNA PELÍCULA CON ESTOS EFECTOS! ¿El director no se daba cuenta de la GARCHA que estaba filmando?

Todo bien con el esfuerzo, pero no es cualquier cosa, ¡¡es DRAGON BALL!!

Estoy indignada. Es un insulto a los fans (y eso que hace años que no veo el ANIME, pero me molestó como si me supiera cada episodio de memoria).

Aparte, no sé, en 1 hora y pico de película quisieron que Goku consiguiera las siete 'Esferas del Dragón', y parece que cuando se dieron cuenta que era IMPOSIBLE, dijeron: "Bueno, que consiga un par, total las restantes ya las tiene Piccolo, se encuentran y asunto arreglado".

¿WTF?

Aún así, todavía tenía la esperanza de que el dragón fuera algo que valiera la pena...


(HOLA, SOY SHEN LONG)

Emm, no, ni siquiera el dragón. Parecía de juguete, salido de MULAN. El Colacuerno de "Harry Potter y el Cáliz de Fuego" lo hacía mierda.

Lo único que me gustó fue como hicieron las esferas. Estaban buenas.

Lo peor:
Wikipedia.
Dragonball Evolution (Dragonball evolución en Hispanoamérica) es la primera película de una probable trilogía.


¿¿PROBABLE TRILOGÍA DE ESTA GARCHA?? Más bien un triple insulto.

Repito: estoy indignada.

Espero que si algún día a alguien se le ocurre hacer una película real de LOS CABALLEROS DEL ZODÍACO, no hagan algo como esto... Después de haber visto WOLVERINE, ver Dragonball Evolution fue un chiste.

Ya está, me desahogué :D


Vamos a buscar, las esferas del dragón (8)

10 enero 2011

08 enero 2011

Sueño.

Soñé que era secuestrada junto con Leonardo DiCaprio por la red terrorista Al Qaeda :S



Sin duda, tengo que dejar de ver películas como "Body of Lies", "Traitor" y, en su defecto, "Munich", antes de irme a dormir.

Falsedad.

Me he dado cuenta que algunas personas prefieren vivir en la falsedad.

07 enero 2011

People's Choice Awards 2011: Johnny Depp fue ovacionado


Presiento.

Qué bueno es ver que con el paso de los días, te dejo ir cada vez más.
Tus noticias ya no me afectan como antes, me interesan, eso seguro, pero prácticamente no me afectan.

Por supuesto, debería verte para pasar la prueba de fuego, la prueba final, y tener la certeza de que aquello que presiento ahora es real.


Confío en que así sea. Confío en que el contacto visual no provoque en mí el desmoronamiento de siempre.