22 febrero 2011

Trofeo.

Es como si se tratara de un trofeo que debes conseguir. Peleas, luchas, haces y dices cosas que te ayuden en el momento pero que en realidad no son ni serán ciertas, y cuando lo tienes, cuando el premio finalmente se encuentra entre tus manos... Nada. La satisfacción es demasiado corta comparada a la adrenalina que implicaba el juego.

Quizás consideras que es mejor seguir con otra cosa, algo nuevo, algo que implique otras emociones...
Según tú, un nuevo desafío.

Porque claro, aún así tu arrogancia te hace creer que venciste...

Cuando en realidad, y lamento desilusionarte, te diste por vencido.



¿Quién empieza a jugar ahora?

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