08 marzo 2010

Orgullo argentino

Hace casi veinticinco años se estrenaba en la Argentina aquella película que, por primera vez, haría verdadera historia en el cine nacional al ser reconocida de manera internacional: "La historia oficial", dirigida por Luis Puenzo, y protagonizada por Norma Aleandro y Héctor Alterio (contando además con la participación de Hugo Arana y Patricio Contreras, entre otros). En aquel entonces, con la vuelta de la democracia tan reciente, el filme marcó algo más que un hito en el país al contar "la historia de una profesora que comienza a preguntarse quiénes son los verdaderos padres de su hija, adoptada años antes por su marido de una manera sospechosa durante la dictadura militar" (tn.com.ar). Si bien el cine argentino ya había obtenido dos veces un lugar entre las candidatas a 'Mejor película de habla no inglesa' con "La tregua", de Sergio Renán en 1974, y "Camila", de María Luisa Bemberg en 1984, sería recién en 1985 (obteniéndose, además, dos nominaciones en años consecutivos) cuando nuestro país se alzaría con el preciado Oscar...

Deberían pasar catorce años para que la Argentina consiguiera su cuarta nominación, con "Tango", de Carlos Saura, en 1998, premio que obtuvo Italia gracias a la reconocidísima "La vida es Bella", de Roberto Benigni. Nuevamente, tres años después, "El hijo de la novia", del increíble Juan José Campanella, significaría la quinta nominación para nuestro país al gran premio de la Academia. Pero, sería recién ocho años después (año 2009) que, en manos del mismo director y protagonista (Ricardo Darín) de la última vez, la Argentina conseguiría su sexta nominación y, finalmente (ya corriendo el año 2010), obtuviera la estatuilla dorada, con "El secreto de sus ojos".

Con más de dos millones y medio de espectadores en Argentina, esta película se ha convertido en la más exitosa del año 2009. Las actuaciones y los detalles de la filmación resultan sorprendentes, pero lo que verdaderamente resalta es su historia: la trama tiene TODO lo que una película debe tener para llegar al público. Se trata de la perfecta combinación entre un drama muy fuerte y unos pequeños toques de humor que la enriquecen, lo que automáticamente origina las más diversas reacciones en el público, que van del horror, a las risas, y a las lágrimas. Quizás haya sido precisamente esa característica, como insinuó a la madrugada Darín, la que le permitió abrirse paso entre las otras candidatas, que si bien al parecer son todas excelentes, en ninguna se vislumbra aquella "chispa"... Será porque se trata de algo muy argentino.

Realmente, ayer me invadió un orgullo muy grande. Nunca creí que algo pudiera superar el orgullo que ya de por sí sentí al saber que "El secreto de sus ojos" se encontraba entre las cinco nominadas, pues eso ya era un premio. De todas maneras, había como un presentimiento muy fuerte, latente, que se hacía presente día a día durante la cuenta regresiva... como si no hubiera posibilidad alguna de perder, y fuera más que seguro que la película fuera a ganar. Además, estaban todas aquellas coincidencias que, ¡increíblemente!, se hicieron lugar cuando el grandísimo Pedro Almodóvar (que ya en la alfombra roja había mencionado el apoyo que debían brindarse los latinos entre sí, junto con su opinión acerca de las nominadas películas extranjeras, a las cuales consideraba mejores que a las candidatas a 'Mejor Película') y el talentosísimo Quentin Tarantino anunciaron a "El secreto de sus ojos" como la ganadora.

¿A qué coincidencias me refiero?
Pues, Norma Aleandro y Héctor Alterio, quienes protagonizaron "La historia oficial", formaron parte del elenco de "El hijo de la novia", ambas nominadas al premio de la Academia. Además, trabajaron junto a Ricardo Darín, quien al igual que ellos en 1985, finalmente se coronó con el Oscar gracias a "El secreto de sus ojos". A su vez, los tres actores fueron dirigidos por la misma persona en una película candidata al Oscar (en el caso de Darín, dos veces). Esta persona, Juan José Campanella, fue el director de las dos últimas películas argentinas que consiguieron una nominación. Y, lo que quizás sea lo más asombroso de todo, es lo que se refiere a Pablo Rago, quien se acaba de convertir en un hito en la historia del cine argentino al tener el privilegio de ser el único que participó en las dos películas GANADORAS del Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa: en "La historia oficial", con sólo trece años, interpretó al hijo de Enrique (Hugo Arana) y ahora, con 37 años, Rago se puso en la piel de Ricardo Morales, el marido de la mujer asesinada. Y la última: las terceras, siempre son las vencidas. Increíble.

Así fue como “El secreto de sus ojos“ obtuvo una innumerable cantidad de nominaciones, ganando todos los premios Clarín a los que era candidata; todos los premios del Festival Internacional de Cine de la Habana y la mayoría de los Premios Sur a los que estaba nominada; el premio Goya a Mejor Actriz Revelación (Soledad Villamil) y Mejor Película de habla hispana; y, como si todo eso fuera poco, el galardón que la Academia de Hollywood otorgó por segunda vez a Argentina, el único país de América Latina en ganar en ese rubro. Pero, por sobre todo, "El secreto de sus ojos" obtuvo una cosa: el aprecio y el respeto del público de aquí y del mundo.
Un verdadero orgullo.

Teresita.

1 comentario:

TOM dijo...

che te re doy.