Sin embargo, cuando el momento pasa y en mi cabeza se lleva a cabo una reflexión, no puedo dejar de meditar en lo increíble de la situación. Son demasiadas cosas buenas juntas, y eso me asombra, por supuesto, porque hasta hace poco no lo creía posible. Quizás en la ficción, pero no en la realidad... Como me dijo una amiga con toda la razón: "te levanta el espíritu".
Se trata de un gran alivio ver tal demostración de interés y confianza.
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