Comentario de Agus D. a una de mis entradas.
Podría decir que, aunque evité que el momento fuera tan límite, los incontables sentimientos me embriagaron, sí... Pero su soplo apenas tiró las dos cartas de arriba del castillo armado.
Siento que podré volver a colocarlas con cuidado, sin derribar a todas las otras... O eso espero.
1 comentario:
La primer sonrisa del día me la sacó tu post. Gracias por ser una compañera blogger tan interesante de leer, rubia.
"Comprendió que él también necesitaba sonreír tanto como Lidia lo hacía. [...] Que el castillo de cartas podía volver a caerse, el viento no le haría mal a nadie."
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