08 agosto 2010

PACO


Cada vez que salía de la facultad, no podía evitar mirar el enorme cartel de esta película que estaba pegado en la entrada de Ciudad Universitaria (todo esto unos meses atrás, antes que el estreno pasara y la propaganda fuera reemplazada por otra). Y cada vez que veía esa impactante imagen de Tomás Fonzi, me proponía ir al Cine INCAA a verla en cuanto encontrara un momento libre para hacerlo.



Sin embargo, entre una cosa y otra, nunca pude concretar esa salida; me quedó totalmente pendiente (al igual que muchas otras películas). Pero, finalmente, ayer tuve la oportunidad de verla. Y luego de verla, encontré el tiempo necesario para buscar las críticas que había tenido, y los comentarios del público en general que ya la había visto.

Obviamente, encontré de todo. Gente a la que le gustó, gente a la que no, gente que la considera buena película, pero no lo suficientemente real, y gente que dice que es pésima.

Es cierto, yo no soy una gran crítica de cine. Si bien me apasiona enormemente, suelo ser bastante condescendiente; son muy pocas las películas que no me gustan, porque siempre les encuentro algo bueno. No soy para nada quisquillosa, ni tan detallista y perfeccionista en el sentido de decir: "malos planos, mala fotografía, malo esto, malo aquello". Simplemente, AMO las películas, y por eso mismo me cuesta tanto reconocerles defectos. De hecho, cuando se trata de filmes basados en libros, donde seguramente la crítica es de forma innata más dura (¿qué tan fiel es al relato?), suelo darle el visto bueno: "la resumieron muy bien, lo esencial está, los personajes y los escenarios no pueden ser más idénticos, el libro es muy largo y obviamente no pueden ponerlo todo", etc. ¿Ven? Terriblemente condescendiente.

Pero volvamos a "PACO", película que no está basada en ningún libro, sino en algo mucho más real: una problemática social que actualmente afecta vaya a saberse a cuántos argentinos.


El filme cuenta la historia de Paco (al igual que "Pancho", se trata de la derivación del nombre "Francisco"), Francisco Blanco (Tomás Fonzi), un físico cuántico que se encuentra en una cárcel temporaria tras haber sido encontrado por la policía en estado de sobredosis de paco, la más nueva y letal de las drogas, desecho de la cocción de cocaína en cocinas urbanas. Está acusado de destruir una de esas cocinas con explosivos, matando a los responsables, pero también a personas inocentes. Su madre, una importante congresista de ascendente carrera política (Esther Goris), se ve envuelta en una pesadilla: su único hijo es acusado de terrorista y los medios lo implican en una guerra de narcotráfico. De allí, la pregunta: ¿realmente conoce a su hijo?


Leyendo algunos comentarios de personas que la vieron, me di cuenta que muchas críticas recayeron en la veracidad del contexto: que la película no muestra la verdadera cara de la droga, que los centros de rehabilitación son una mentira. Y también, leí críticas acerca de una posible incoherencia en la historia, fundamentada en escenas que prefiero no citar para no revelar hechos esenciales de la película.

No lo sé. En lo que se refiere a la veracidad del contexto, no es mucho lo que puedo decir, pues todo lo que sé acerca del PACO lo vi en los noticieros y lo investigué por internet. Y en lo que hace alusión a la incoherencia, creo que si se piensa un poco más allá de lo que se ve y se indaga en lo que no se observa directamente, es posible deducir el porqué de las distintas situaciones; al fin y al cabo, la película no tiene por qué dar todas las respuestas servidas. De hecho, creo que fusionando precisamente las dos aristas que forman las críticas, es posible llegar a lo que la película pretende que arribemos: la concientización.

¿Por qué digo esto? Pues porque lo que cuenta resulta ser ni más ni menos lo que necesitamos saber para comprender que el PACO es una problemática social gravísima, ante la cual no deberíamos hacer la vista gorda, y porque la trama en sí, que no deja de ser ficción por tratarse de una película, busca más que nada acompañar el verdadero fin del filme con una historia que la vuelva lo suficientemente interesante como para mantenernos atentos las dos horas y minutos de su duración.

Particularmente, me gustó. El elenco es increíble, las actuaciones particulares son muy buenas, las escenas logran crear ese ambiente de drama, la música es perfecta, y la edición, que hace que la película sea contada de una forma especial, como de a pedazos, me pareció el ingrediente ideal para hacer del filme una película emocionante.

Particularmente, me quedo con la actuación de estos dos grandes: Norma Aleandro, única como siempre, y Tomás Fonzi, una verdadera revelación.


Totalmente recomendada.

1 comentario:

. dijo...

interesante lo dicho, al respecto no la vi. Esta muy bueno verle las distintas conexiones, me refiero a tener en cuenta cada posibilidad, no porque yo en particular redunde en lo ambiguo o relativo, sino porque habla de un foco más abarcativo que tiene muchas cosas rescatables.

En fin, no dije nada.
Bien ahí la crítica, se lee con gusto.