17 octubre 2010

B de Buena, no de Boluda

A ver, que haga la vista gorda a un montón de cosas no quiere decir que me olvide de los hechos concretos que pasaron. La realidad es UNA, y no hay paso del tiempo o circunstancia que pueda modificarla, al menos no por ahora.

Es increíble (en términos de NO PODER CREER) que aún haya personas que hagan de cuenta que nada pasó, que nada hicieron, o que en nada estuvieron involucrados. Y lo más asombroso es observar que con esa idea intenten absorber a otros para que, como ellos, caigan en esa relatividad, en ese limbo entre lo que fue y lo que es, dónde ellos no tienen en cuenta las maldades que hicieron (y digo 'maldades' y no precisamente 'equivocaciones' porque eso sería darles a tales personas el beneficio del arrepentimiento)... como si por arte de magia esas malas acciones desaparecieran.

Pero no es así. Esas malas acciones quedan archivadas, y en lo que a mí respecta no prescriben nunca. Si hay ingenuos, convenidos, o simplemente algunos que, en su resignación o bondad, pueden aún relacionarse con esas personas en ese limbo cargado de hipocresía, allá ellos. Yo no. Yo no puedo pretender que nada pasó y seguir como si nada; esa es una máscara que sólo puedo llevar puesta para evitar que terceros, que no tienen porqué, se vean envueltos en incomodidades.

Lo más divertido, lo más triste, es ver cómo de a poco todos aquellos que no hacían otra cosa que tirarse mierda entre sí, ahora se hablan. ¿Entienden a lo que me refiero? Se trata de puro consenso, de la enferma necesidad de no quedar solos como consecuencia de las, una vez más, malas acciones que llevaron a cabo.

Ojo, yo no me creo limpia. Pero sí lo suficientemente honesta y coherente en mi pensamiento para decir NO a determinadas cosas. ¿Creen que eso no duele? ¿Creen que ver cómo los vínculos, que durante tanto tiempo mantuve con ustedes, se deshacen como si fueran de arena NO DUELE? Indudablemente tales vínculos así eran, frágiles y propensos a desaparecer ante el más leve soplo de viento.

Sin embargo, no por eso voy a quedar ligada a ellos. No es algo que valga la pena. Pero sí me molesta, y mucho, que sabiendo la postura que tomé (porque, aunque se hagan los pelotudos, la conocen más que nadie dado que no di muchas vueltas en dejarla bien en claro, ante todos y especialmente ante ustedes), sigan pretendiendo que, de a poco, caiga en ese nuevo vínculo ficticio que intentan establecer haciendo borrón y cuenta nueva a todo lo anterior. Y me molesta porque no hacen otra cosa que jugar con mis sentimientos, mis principios y mi dolor. ¿Ustedes están mal? Pues lo lamento. ¿Sienten remordimiento? También lo lamento, pero no me trago arrepentimientos baratos. ¿Sienten nostalgia del vínculo que perdieron? Pues lo hubieran pensado antes; esa nostalgia no se compara con la mía.

Pero no por esa nostalgia que siento voy a dar el brazo a torcer. ¿Orgullo? Muchísimo. Más que eso, ganas de no salir afectada por ustedes de nuevo. Así que, enserio, basta de pretender que aún hay algo que nos une. Si los ignoro, acéptenlo.

Porque si alguna vez hubo una unión, ustedes se encargaron de romperla.

1 comentario:

. dijo...

cómo he visto hecho -hasta casi tendencia, pero no realmente- esto de escribir con todo el sentimiento en la pluma, el tono sagaz y estrepitoso a una conciencia libre y colectiva de momento(s). Esta bueno, yo también lo hago y es más, cumple su cometido también. Por lo que a mi respecta, sí, creo que he vuelto. No tanto como antes pero es un (re)inicio.